Torre que cae
Cuando los Yankees estaban a un juego de ser eliminados en la serie divisional frente a los Indios de Cleveland, el Capo de los Mulos, George Steinbrenner, declaró a los medios que si su equipo no avanzaba a la Serie de Campeonato de la Liga Americana, no tendría mucho sentido mantener a su manager, Joe Torre, considerando el sueldo que percibe: 8 millones de dólares al año. En varios lares eso se conoce como ultimátum.
Los del Bronx cayeron y la atención del medio se centró en el futuro de Torre más allá de los resultados de las distintas series de Playoff de las Grandes Ligas.
Este jueves en sus oficinas de Tampa Bay el jefe Yankee reunió a sus hijos, a Brian Cashman, gerente general, y el presidente del equipo Randy Levine. Por la mañana Torre llamó por teléfono a Cashman para preguntarle si era conveniente que tomara un avión hacia la reunión. Cashman le dijo que volara lo antes posible.
Steinbrenner dejó que sus hijos hablaran y para sorpresa del Manager no lo corrieron, sino que le ofrecieron un nuevo contrato por un año, reducir su salario a 5 millones y por cada serie de Playoff que ganara le darían otro millón. De ganar la Serie Mundial de 2008 su contrato sería renovado automáticamente un año bajo las mismas condiciones.
Para sorpresa de la directiva Torre se puso de pie, agradeció el gesto pero dijo: no gracias y tomó un avión de regreso a Nueva York.
Clase, entereza, dignidad.
Joe Torre le dio la vuelta en la parte baja de la novena. No lo corrieron. Él se fue, y con él seguro se irán dos de los tres jugadores que estuvieron acompañándolo sus 12 temporadas en Yankee Stadium: Jorge Posada y Mariano Rivera; y con ellos seguro los seguirá Alex Rodríguez.
El equipo más popular seguro pierde mucho más que un gran Manager que los metió a Playoff en todas sus temporadas, ganó 10 veces su división, llegó a 6 Series Mundiales y ganó 4. Antes de su llegada habían pasado 17 años desde la última vez que ganaron un Clásico de Otoño y 25 distintos manejadores se habían sentado en el dogout más difícil del mundo.
Pero hay otro aspecto que no se conoce tanto sobre Torre y es el cariño y respeto que inspiró en todos sus jugadores, a pesar de haber tenido a los más conflictivos de la última época de la MLB, para conocer este aspecto vale la pena leer lo que mi compañero Buster Olney de ESPN The Magazine, relata.
En su última conferencia de prensa como Manager de los Yankkes, Torre advirtió que no pensaba tomar vacaciones ni mucho menos, que él pertenece al banquillo y seguro lo veremos ahí para el 2008.
Ojalá que sea en Atlanta, Bobby Cox podría estar de acuerdo.
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